Discúlpame si te interrumpo.
Todos nos habíamos resignado a que este año por primera vez en su historia A.I.M. no ofrecería su pomposa cena de fin de año por todos los problemas económicos que ocasionaron los escándalos que en buena parte ella y yo nos vimos involucrados, pero milagrosamente esta última temporada de El Cascanueces fue todo un éxito y recuperó buenos fondos destinados a la cena.
No recibí la invitación pero sí una llamada de Cole, justo el día de la cena, cuando notó mi ausencia, me pidió asistir, para ya no dar más de que hablar a la prensa. De cualquier forma no tenía nada mejor que hacer, me convenció por completo cuando me dijo que ella ya estaba ahí, en todo su esplendor la organizadora. Eso explicaba porque nunca recibí invitación.
Tal cual como lo imaginaba estaba sentada en la misma mesa de Cole con su amigo aquel de look estratosférico, siempre a des tono de lo que la etiqueta marcaba o usaba un cabello tan elevado al cielo que a base de sustos y no de laca conseguía o lo alaciaba tanto que a más de uno confundía tanto por su aspecto como su peinado; me preguntó quién tardará más frente al espejo o quién usara más maquillaje de los dos.
¡Qué momento más incomodo! Por el que pasamos, “intentamos” disimularlo, pero no cruzamos una palabra, vaya no cruzamos ni la mirada. No creí que se tomaría tan en serio esa última pelea, tan al pie de la letra, la estaba perdiendo, me daba cuenta de ello, lo sentía, pero esta vez era en serio. Sólo fuimos corteses al despedirnos y posar en algunas fotos para el diario. Salió con su amigo, los vi alejarse en el Audi que maneja Bill, desde mi retrovisor.
Llegué a mi departamento aventando todo, me sentía como león enjaulado necesitaba hacer algo… un texto, le mandé un texto disculpándome por asistir al evento que ella había ayudado a organizar, alegando que no podía hacerle ese desaire a Cole, además que me había dado mucho gusto volver a verla. No esperaba contestación, la conocía, debía estar emberrinchada y su amiguito el rockero solía darle consejos, muy malos consejos; sin embargo me sorprendió al recibir respuesta de su parte, empezamos a conversar de esa forma, me arriesgué a pedirle que nos viéramos nuevamente, no dejaba de sorprenderme, fabulosamente había accedido:
"Mañana a las 6”
A la mañana siguiente transcurrió todo tan tranquilamente que hasta me sorprendió, me apuré a mis cosas, para tener la tarde libre y pasar por ella, pero jamás imaginé que mi hermano llegaría justo una hora antes a pedirme que lo acompañara a la provincia de Benetton, donde estaba con los tramites de su casa, ya tenía la cita con el contratista y su auto se había descompuesto, casi nunca lo veía, así que no pude negarme.
Le avisé que no podría verla, que lo dejáramos para el miércoles, misma hora, mismo sitio y sólo dijo:
“Para variar”
¿Eso era un sí o un no? Era, uno de nuestros grandes problemas, ella debía entender que el mundo no giraba a su alrededor y que no podía estar a su disposición cada minuto de cada día ¡No lograba comprenderme!
Subimos al auto mi hermano y yo, se nos haría más tarde para ver al contratista, antes de doblar en la esquina entre la 6ta y la 10 vi a una de sus amigas la más diplomática y rara de su círculo fuera de la A.I.M. desde que la recuerdo ni ella ni yo pudimos congeniar demasiado bien; a primera instancia parecía temerosa por algo pero una vez que hablaba era toda una paranoia con pies, feminista para mi desgraciado colmo y ante ella yo terminaba como todo un misógino pero por lo menos ella intentaba crear una conversación, porque lo que era la otra, la rubia, Maureen, con la que vivía me detestaba. El caso era, que la chica ésta se encontraba en la terraza de un imponente restaurante con un chico un poco mayor que ella y como vestía imaginé que era su hermano… un momento… pero que res soy… los hermanos no se besan apasionadamente ¿O sí?
Nombre
- EDWARD ROTMENSEN ( -Eduar Routminse’- )
- 1.89 m
- Delgada
- Castaño oscuro
- La comodidad de la ropa de ensayo, aunque siempre tendrá a la mano su casual vestimenta.
- 25 años
- Azul
- Maestro de Jazz en la Academia Internacional de Mancher (I.A.M.)
- Crear nuevas coreografías.
- Una carcajada inconfundible y contagiosa.
- Siempre sabe cómo hacer que Mia olvide sus problemas.
El 5to día - Numo
Pregunto ¿vives por aquí?
Oh Sí
Algo tenía que inventar
No sé decirte por qué estoy aquí
Me llamas mucho la atención.
Será tan solo tu actitud
No sé qué es eso haces tú
El lunes bailas en mi fe
El martes cine en francés
El miércoles rasguño yo
tus labios con forma de flor
El jueves devorándonos
El viernes de hacer el amor
El sábado no terminó
Domingo repitámoslo
No soy de los que suele así, llegar
Discúlpame si te interrumpo así
Será tan solo tu actitud
No sé qué es eso haces tú
El lunes bailas en mi fe
El martes cine en francés
El miércoles rasguño yo
tus labios con forma de flor
El jueves devorándonos
El viernes de hacer el amor
El sábado no terminó
Domingo repitámoslo
Será tan solo tu actitud
No sé qué es eso haces tú
El lunes bailas en mi fe
El martes cine en francés
El miércoles rasguño yo
tus labios con forma de flor
El jueves devorándonos
El viernes de hacer el amor
El sábado no terminó
Domingo repitámoslo
Este capítulo fue escrito por: Karlita Díaz
Y editado por: Zaybet Hilton
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