Capítulo XI [Parte 4] Cómo el fuego en la pista de baile.





La expectación… estaba a todo lo que daba, confusiones… se hacían presentes, miedo… de no saber lo que pasaba con certeza arribaba a aquel imponente restaurante de una calidad impresionante. Como todo un caballero François pedía discretamente la mesa ya reservada y era guiado junto con ellas de cada uno de sus brazos.


Al llegar a aquella zona dónde todo se develaría; dos grandes biombos tapaban la vista para ambas chicas; -La espera ha terminado- decía François para sus amigas, ruidos de sillas acomodarse detrás de los biombos se escuchaban y él daba la señal a un par de mozos para que librasen la vista que impedían, a la par la luz del lugar bajaba tenuemente, la incertidumbre era lo que en ambos bandos crecía, todos de pie esperaban lentamente el desplazamiento de los mismos mientras todo quedaba en penumbras y una amena instrumental música sonaba, la luz comenzaba a alumbrar dejando ver ante los ojos de esas dos chicas un grupo de jóvenes galantemente arreglados.


Ellas no podían creer lo que miraban de frente entre tantas caras conocidas les impedía cavilar alguna idea certera e incluso caminar, él tuvo que inducirlas a subir un par de escalones y con los primeros abrazos que se enfrentaban eran los de sus respectivas hermanas, que ignorantes de sus presencias no soltaban y se admiraban, llenas de alegría recibían a sus amigos: Carlo, Ela, Deieu, François, y al final de la mesa recibían a quienes serían sus acompañantes de esa noche; para Kin, no era de sorprender la respuesta: Fabiho Lagerfeld lo haría y para Mariella, lo fue, era quién recientemente había conocido: Tom Kaulitz.


Sorprendidas de todo aquello que pueden realizar a sus espaldas, la cena transcurrió con menús variados para los comensales, pláticas, la repetición de felicitaciones y sonrisas de emoción embargaban la zona privada que fue reservada en aquel restaurante. Un brindis para dar como finalizado el primer festejo.


Más acoplados los diez jóvenes salían del restaurante para regresar al hotel; Mariella ahora lo hacía en una camioneta junto a Tom, Amélie y Gabrielle lo hacían juntas, Fabiho había hecho cambio de auto con François y se iba junto con Kin, Ela y Carlo, François y Deieu lo hacían en autos separados.


En la recepción del hotel ya se encontraba Bill, Andreas y Natalie que al verlos Tom y Mariella se saludaron y comenzó la muestra de abrazos nuevamente para ambas chicas y Kin ahora un tanto nerviosa saludaba a ambos gemelos de nuevo, sorpresa para ellos era reconocer a Fabiho, Natalie y Andreas también lo saludaban; la pregunta que voló en el aire en ese instante fue: ¿Qué hacía la reportera de Georg con el mejor amigo del mismo? Esperarían un poco más para averiguarlo, la noche apenas comenzaba y los gemelos auguraban una noche singular.


Todos subieron a sus habitaciones, Tom y sus secuaces rentaron una, únicamente, para que él pudiese cambiarse un par de playeras. Minutos más tarde los jóvenes salían con atuendos completamente diferentes, vestidos cortos para todas las engalanaban, atuendos frescos para los acompañantes y era el momento de la siguiente sorpresa para las festejadas. Hafenklang Exil decía aquella entrada de un club que sacaba sonrisas de curiosidad y deseo a los chicos.


Entregaban sus autos y camionetas, entraban escoltados a la zona VIP del lugar reservada exclusivamente para gente bonita esa noche. Más sorpresas se acumulaban a la noche en curso; las festejadas miraban a compañeros de trabajo, amigos de la universidad, allegados de sus vidas diarias; olas de abrazos arremetían de nuevo para Kin y Mariella; que no paraban de dar las infinitas gracias por la asistencia y agregaban lo desconocido del evento por lo cual se sentían en demasía alagadas.


Mozos iban y venían con charolas a sus hombros con cocteles, botellas, aperitivos, copas, vasos y degustaciones. Las jóvenes no paraban de bailar con cada uno de los asistentes sino estaban con uno, ya otro iba por ellas, los asistentes hacían del lugar uno de fuego y calor.


Un suculento show fue presentado por dos de sus conocidas, Ruly y Rubí, subían a una pequeña tarima a dar muestra de que ocupaban su tiempo libre los fines de semana fuera de la clínica de belleza. Vítores, chiflidos, algarabía y gritos era lo que rodeaba al show de aquellas dos diversas personas que entretenían al público en la zona VIP…


Los jóvenes hacían mancuernas perfectas, Tom bailaba sin parar con Mariella, empedernido por hacerlo desde el arribo al lugar hacía que ella no parara de reír con cada uno de sus ocurrentes comentarios. Andreas había caído rendido a los encantos de la menor de las Dekker, Amélie y astutamente fue por ella, el centro de la pista era su testigo de que ella hacía un clic especial con él. Fabiho, Kin, Ela y Carlo intercambiaban parejas constantemente en la pista de baile. Deieu, Gabrielle, Ruly, Rubí y François platicaban en la barra después de aquel show, muy animados de todo lo que había hecho François por y con las chicas. En un living-room Bill miraba a lo lejos sin parar en la barra a Gabrielle, sin saber exactamente quién era ella, pues su cara le era un tanto familiar, lo hacía llenarse de expectación por la soltura de sus movimientos, lo fino de su rostro y lo fresco de su actitud. Se debatía entre el mismo en si ir por ella para poder bailar…


El resto de los invitados amenizaban la fiesta con su humor alrededor de las festejadas.



[*Mariella Dekker*]



Habían pasado un cumulo de sorpresas, pasaban de todo tipo y ahora estaba en uno de los living sentada platicando con Bill, Tom, un chico que habían traído llamado Andreas, que no soltaba ni a sol ni a sombra a mi hermana y otra chica llamada Natalie, la cual ya conocía previamente, todos muy agradables, estaban haciendo de esta velada la mejor de todas, sin habérmelo esperado.


  • - No tenía idea que Kin, la chica que es reportera, es tu amiga – me decía Bill al oído debido a la música.
  • - ¡Oh claro que lo es! y es de mis mejores amigas a pesar de que no es mucho el tiempo que nos conocemos, unos años tal vez…
  • - De qué hablan tan en secreto – gritó Tom a mi lado izquierdo.
  • - De Kin, su amiga, que desde luego sabes quién es – le dijo Bill a mi lado derecho con una leve mirada para Kin a lo lejos que se divertía con Fabiho.
  • - Desde luego, ha sido la chica que nos entrevisto antes de irnos, lo que se me hace muy raro – Tom le hizo una señal con la mano para que se acercara más al centro y no tuviera que gritar al hablar – es por qué está con Fabiho, el amigo del Hobbit y por qué ese tarado no está aquí…
  • - De qué hablan chicos – dijo ahora Natalie poniendo atención a nuestra conversación, pues Andreas se había levantado del living con Amélie.
  • - De Kin, la amiga de Mariella – le respondió Bill con una sonrisa integrándola a la plática como si ella supiera perfectamente de quién estábamos hablando, todo estaba siendo tan rápido y platicaban como si nos conocieran ya.
  • - ¿Kin?, ¿Kin la reportera, la que también están festejando? – preguntó de nuevo Natalie como hilando cosas en su mente – dime que ella no es la chica por la que tanto nos burlamos de Hagen desde que salimos de aquí para irnos a LA, porque es pésimo coqueteando y pidiendo números – todos rieron de repente como si fuera un gran chiste… Coqueteando… pidiendo números… ¿de qué me he perdido?
  • - La misma chica – dijo Tom – y es mejor amiga de Mariella, ¿puedes creer eso?
  • - ¡Georg ligando con la amiga de mi amiga, que pequeño es el mundo! – congratuló finalmente Bill, Natalie negó con la cabeza como si ese “Georg” fuera un tonto.
  • - Me disculpan – atiné a decir mirando a lo lejos como Kin se veía muy divertida con Fabiho en otro de los living.
  • - Claro – dijeron ambos hermanos poniéndose de pie para dejarme ir, algo no tenía sentido aquí.


Lo último que escuché antes de alejarme por completo, de parte de Natalie fue un: -¿y qué hace la chica con el mejor amigo de Georg?-. La miré por una fracción de segundo, eso… había sido… Tom contesto: -Tal vez mando a cuidar su mercancía-


Salí a uno de los balcones del club donde nos encontrábamos, todo aquello había sido un tanto extraño, todo me estaba dando vueltas en la cabeza y no había razones, de acuerdo, sí las había pero no la comprendía. ¿Por qué de compañía esa noche tenia a Tom Kaulitz y no a…? ¿De cuándo a acá Kin se volvió tan intima de…? ¿Por qué ellos decían que había algo entre…? Hacía días de la entrevista de Kin con Bill y su banda, de la misma no me había dicho cómo le fue con ese dichoso gran paso, Kin no tenía idea de quién era Tokio Hotel, yo no tenía idea de lo qué estaba pasando en esos momentos, pero ella sabía bien a bien quién era… y yo no comprendía si era el mismo… -Qué pequeño es el mundo…- la frase de Bill había rebotado en mi cabeza…


El aire algo frio estaba pegando lento, miré una vez más hacia dentro del club para ver a todos ahí divirtiéndose y faltaba una sola persona en ese lugar del cual tres de ellos me estaban hablando o… acaso no era él y sólo coincidencias porque… yo no sabía exactamente quien era él. Me sentía abrumada con tantas caras pasar por mi cabeza sin parar una y otra vez...



2 Alas:

OreoEffeckt dijo...

no maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

al fiiiiiiiiiiiiiin

muahahahaha

espera....
HOy es jueves??
nOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!...

shaira beluga dijo...

>_< por eeeeso hay q decir las cosas a tiempo gente!!!! tonto georg! jajaja