En el backstage:
Los chicos se mueven y juguetean para cualquier dirección, Amélie, no deja su celular, esperando a que en cualquier momento éste suene. Gabrielle, la más experta en este tipo de eventos, los guía; ven gente ir y venir, hablando "consigo mismos" hasta que discretamente les encuentran los radios o dispositivos bluetooth incrustados en alguna de sus orejas. Lentamente se acerca alguien que se dirige directamente a Gabrielle.
Elegantes y finos vestidos desfilan, trajes y atuendos fuera de lo común, uno tras otro por aquella alfombra. Kin ya tiene bastante material que está siendo transmitido en vivo en Alemania. Los coordinadores guían a los invitados hacia las cámaras y los ansiosos reporteros y la rubia de altura prominente, de cuerpo estético, mirada singularmente cautivadora y un rostro aniñado que delata en realidad la edad que posee, que aunque, con los labios de un color carmín quieren despistar a más de uno, es vista desde diferentes ángulos, por diferentes cámaras, por diferentes ojos y por diferentes personas, muy interesados en ella.
Detrás de ella camina con sigilo su hermana que esperará a que termine su recorrido ante los lentes de las cámaras, ella se ha topado, antes que Gabrielle, con la mirada de su melliza, justo a la mitad del recorrido. Se ríen por aquello, y sus cómplices miradas las emociona como nunca. Gabrielle llega a un punto donde hablará con la prensa, una chica detrás de ella, así se lo indica.
Es así, como las únicas palabras de la súper modelo quedan a cargo de una exclusiva de Bravo, no sólo felicitarán a Kin por su gran trabajo y cobertura en el evento; al contrario ha tenido la satisfacción de poder molestar a su hermana menor y eso, es algo que la gente desconoce por completo. Ambas chicas, Deieu y Gabrielle regresan al backstage, donde están los demás jóvenes viendo por las pantallas habilitadas el pasar de Gabrielle pero no sólo tiene las miradas de ellos; enseguida que ella salió por la alfombra, Tokio Hotel hacía exactamente lo mismo y nuestro querido vocalista, Bill, la tenía discretamente bien ubicada en todo momento desde que se cruzaron fugazmente en el acceso.
La premiación dio inicio y los galardones eran repartidos uno a uno con singular énfasis para los afortunados ganadores. La noche fue una espectacular para la recién nominada banda; abrazos en el set y en el backstage son inmediatos al anuncio del ganador. Se bebe champaña para celebrar y una vez terminado el evento, todos se dirigen al mismo lugar donde será llevado a cabo el afterparty.
Los de la banda y los chicos acuerdan ubicarse en lugares cercanos para disfrutar de la fiesta un par de horas debido a que la banda tiene un vuelo programado a primera hora del día, el resto de los jóvenes que viajan por su cuenta lo harán tres horas más tarde, aunque con rumbo completamente diferente. Instalados ya en la fiesta, el alcohol y la música se mezclan con los invitados a excepción de dos: Mariella y Georg, renuentes, cada uno por su lado arremete desde lo más profundo en contra ellos mismos y sus impulsos que les dictan querer acercase o por lo menos dirigirse una leve y fugaz mirada.
Al contrario, el resto juguetea y andan en la misma zona, de una lado a otro; Tom por tiempos muy largos se acerca a Mariella a platicar pero siempre alguien aclama su presencia, llevándolo a otro lugar.
El momento cúspide de la noche se da para todos y Mariella y Georg quedan solos en sus asientos...
A Mariella una acción a su lado, la toma por asalto, dos jóvenes, Andreas y Amélie, más que juntos en una escena donde: él arremete contra ella, al ya de por si diminuto vestido que eligió para la noche, está tan levantado que ya poco puede dejar a la imaginación; ella tampoco se cohíbe con respecto a sus actos, ha desabrochado con gran habilidad de la camisa que porta él y eso, en cuestión de segundos, será, algo mucho más engorroso y un gran show para los presentes.
Georg sabe que en el mismo momento en el que él se mueve de lugar ya tiene a su seguridad tras de él, aún así alza su mano para que auxilien a las chicas. Pide ir al estacionamiento y obediente los dirige su seguridad, hasta donde están un par de camionetas. Con precaución y bastante esfuerzo los dos jóvenes son colocados dentro de ella. Mariella y Georg los miran con asombro, las preguntas en sus mentes esperan que sólo sea cuestión del alcohol que los puso en ese inconveniente estado y no algo adicional. Para evitar momento incomodo Georg se busca con dificultad entre los bolsillos de su pantalón, su celular, lidiar con lo animado que aún sigue Andreas es una proeza que mira a Amélie con lujuria, amenazan con sus movimientos a querer juntarse a como dé lugar a ella y al parecer no les importa quién o no esté presente.
Jost, como buen manager, no tarda en llegar al lugar, cuando abre la puertezuela de golpe y mira a Mariella luchar contra su propia hermana.
Y pasan exactamente los anunciados veinte minutos dónde, los chicos se han tranquilizado y están a nada de quedarse por completo dormidos. Georg y Mariella en silencio sólo esquivan torpemente sus miradas cuando el uno al otro por consecuencia de no haber muchos lugares a los cuales mirar cruzan sus claros ojos de distintas tonalidades. En el momento justo en el que ella ha tomado el suficiente valor para dirigirle unas palabras, la portezuela se vuelve a abrir de golpe.
Bill que los tiene de frente se queda sorprendido de aquello, que, cree Tom no se percató por rezarle un sin fin de disculpas a una atareada Mariella por lo impertinente que por poco pudo ser. Ella sonríe torpemente. Pronto llega Jost y hace entrega de los documentos pertenecientes a Andreas, designa a uno de sus chicos de seguridad para que en esa misma camioneta sean llevados al hotel que ella indicó.
Los chicos se mueven y juguetean para cualquier dirección, Amélie, no deja su celular, esperando a que en cualquier momento éste suene. Gabrielle, la más experta en este tipo de eventos, los guía; ven gente ir y venir, hablando "consigo mismos" hasta que discretamente les encuentran los radios o dispositivos bluetooth incrustados en alguna de sus orejas. Lentamente se acerca alguien que se dirige directamente a Gabrielle.
- - Buenas noches señorita Gabrielle, soy coordinador de la alfombra roja, los organizadores me piden que le extienda una cordial invitación a desfilar por la misma – toma por asalto la invitación del serio hombre a Gabrielle, pues no va en plan de trabajo, ni mucho menos fue invitada directamente y aunque luce muy bien, contesta hesitando.
- - Mirad... – dice sin poder evitar su marcado acento mientras habla en inglés. Mira a su hermana que le dirige una señal de aprobación, la acompañara durante su recorrido si así ella se lo pide – ¡está bien! – acepta y toma de la mano a Deieu para seguir al señor.
- - Tendremos, que ir al acceso número 5...
- - ¡La banda y los chicos están entrando por el acceso 5! – grita Amélie, aún con el celular en mano, por fin Andreas ha podido comunicarse.
- - ¡Ahora! ¡Ya! – grita Gabrielle emocionada, sabe que si Andreas ha llegado por obviedad Bill también; avanza para presionar el paso del coordinador que la llevará hasta ahí y así aprisa se mueven también Carlo, Ela, Mariella y François por puro instinto.
Elegantes y finos vestidos desfilan, trajes y atuendos fuera de lo común, uno tras otro por aquella alfombra. Kin ya tiene bastante material que está siendo transmitido en vivo en Alemania. Los coordinadores guían a los invitados hacia las cámaras y los ansiosos reporteros y la rubia de altura prominente, de cuerpo estético, mirada singularmente cautivadora y un rostro aniñado que delata en realidad la edad que posee, que aunque, con los labios de un color carmín quieren despistar a más de uno, es vista desde diferentes ángulos, por diferentes cámaras, por diferentes ojos y por diferentes personas, muy interesados en ella.
Detrás de ella camina con sigilo su hermana que esperará a que termine su recorrido ante los lentes de las cámaras, ella se ha topado, antes que Gabrielle, con la mirada de su melliza, justo a la mitad del recorrido. Se ríen por aquello, y sus cómplices miradas las emociona como nunca. Gabrielle llega a un punto donde hablará con la prensa, una chica detrás de ella, así se lo indica.
- - ¿Lista? – le dice ella muy apurada, paseando su mirada para la inmensa gente congregada en un espacio muy reducido, señala a la chica que la entrevistará, se da cuenta en ese justo instante que es su propia hermana, la pobre Gabrielle se tensa por los nervios viendo como se burla de ella, con una sonrisa divertida.
- - ¿Podemos evitar a la prensa? – dice Gabrielle con fino movimiento de labios para que Kin los pueda apreciar a la distancia.
- - Debes hacerlo, no seas malcriada – se acerca Deieu para hablarle al oído. Gabrielle las mira con el incordio que le provocan y ellas simplemente siguen sus burlas.
- - ¡Ahí está! ¡Gabrielle! ¡Unas palabras! ¡Gabrielle mira hacia acá! ¡Gabrielle! ¡Aquí! – son los gritos y peticiones que hacen los fotógrafos y periodistas detrás de la valla. Gabrielle se planta con una falsa seguridad de un momento a otro frente a la cámara de: Bravo Alemania.
- - ¡Y aquí está! en exclusiva para Bravo, la súper modelo Gabrielle – dice Kin, hablando sin sus característicos modismos que suele marcar aunque no hable en castellano y se dirige a la supermodelo en un perfecto inglés.
- - ¡Hola! – dice ella con una sonrisa muy nerviosa.
- - Dinos... ¿Qué te trae a la gran gala de este año de MTV Europeos? – inicia sus preguntas Kin.
- - Vengo a disfrutar del evento...
- - ¿Vienes con más modelos o con amigos? – dice Kin antes de que Gabrielle termine su frase quitando el micrófono que le colocó para el alce de su voz.
- - ¡Ahmmm! son... son amigos.
- - Y ¿vienes sola o alguien más te acompaña? tal vez ¿estás esperando a alguien aquí? – tantas preguntas abruman a Gabrielle que aunque sonríe por dentro tiene unas enormes ganas de tomar por el cuello a Kin y estrangularla frente a las cámaras.
- - Vengo a disfrutar de la noche y veremos que amigos del medio puedo saludar – hábil, se sale del tema que Kin le pregunta.
- - ¿Quiénes son tus favoritos de esta noche? – pregunta profesionalmente, la hermana fastidiosa, que no pierde un segundo para poder divertirse – la banda alemana Tokio Hotel compite por primera vez y con grandes rivales, ¿qué opinas de ellos?
- - ¡Oh sí! su música es genial – Kin ríe fascinada, Gabrielle respira lento y profundo, mirándola directamente a los ojos. Deieu se acerca a la coordinadora para pedir que Gabrielle deje la entrevista y será la única que dará.
Es así, como las únicas palabras de la súper modelo quedan a cargo de una exclusiva de Bravo, no sólo felicitarán a Kin por su gran trabajo y cobertura en el evento; al contrario ha tenido la satisfacción de poder molestar a su hermana menor y eso, es algo que la gente desconoce por completo. Ambas chicas, Deieu y Gabrielle regresan al backstage, donde están los demás jóvenes viendo por las pantallas habilitadas el pasar de Gabrielle pero no sólo tiene las miradas de ellos; enseguida que ella salió por la alfombra, Tokio Hotel hacía exactamente lo mismo y nuestro querido vocalista, Bill, la tenía discretamente bien ubicada en todo momento desde que se cruzaron fugazmente en el acceso.
La premiación dio inicio y los galardones eran repartidos uno a uno con singular énfasis para los afortunados ganadores. La noche fue una espectacular para la recién nominada banda; abrazos en el set y en el backstage son inmediatos al anuncio del ganador. Se bebe champaña para celebrar y una vez terminado el evento, todos se dirigen al mismo lugar donde será llevado a cabo el afterparty.
Los de la banda y los chicos acuerdan ubicarse en lugares cercanos para disfrutar de la fiesta un par de horas debido a que la banda tiene un vuelo programado a primera hora del día, el resto de los jóvenes que viajan por su cuenta lo harán tres horas más tarde, aunque con rumbo completamente diferente. Instalados ya en la fiesta, el alcohol y la música se mezclan con los invitados a excepción de dos: Mariella y Georg, renuentes, cada uno por su lado arremete desde lo más profundo en contra ellos mismos y sus impulsos que les dictan querer acercase o por lo menos dirigirse una leve y fugaz mirada.
Al contrario, el resto juguetea y andan en la misma zona, de una lado a otro; Tom por tiempos muy largos se acerca a Mariella a platicar pero siempre alguien aclama su presencia, llevándolo a otro lugar.
El momento cúspide de la noche se da para todos y Mariella y Georg quedan solos en sus asientos...
A Mariella una acción a su lado, la toma por asalto, dos jóvenes, Andreas y Amélie, más que juntos en una escena donde: él arremete contra ella, al ya de por si diminuto vestido que eligió para la noche, está tan levantado que ya poco puede dejar a la imaginación; ella tampoco se cohíbe con respecto a sus actos, ha desabrochado con gran habilidad de la camisa que porta él y eso, en cuestión de segundos, será, algo mucho más engorroso y un gran show para los presentes.
- - ¡Qué rayos! – dijo audiblemente Mariella y Georg cambia su punto de vista a donde ella mira con cara de estupor.
- - ¡Oh por Dios! – recitan al mismo tiempo y con los mismos actos se levantan con dirección a los impertinentes jóvenes. Cada uno toma a uno de su género.
- - Sígueme... – le ordena Georg a Mariella que confundida y con su hermana prácticamente sobre ella así le sigue.
Georg sabe que en el mismo momento en el que él se mueve de lugar ya tiene a su seguridad tras de él, aún así alza su mano para que auxilien a las chicas. Pide ir al estacionamiento y obediente los dirige su seguridad, hasta donde están un par de camionetas. Con precaución y bastante esfuerzo los dos jóvenes son colocados dentro de ella. Mariella y Georg los miran con asombro, las preguntas en sus mentes esperan que sólo sea cuestión del alcohol que los puso en ese inconveniente estado y no algo adicional. Para evitar momento incomodo Georg se busca con dificultad entre los bolsillos de su pantalón, su celular, lidiar con lo animado que aún sigue Andreas es una proeza que mira a Amélie con lujuria, amenazan con sus movimientos a querer juntarse a como dé lugar a ella y al parecer no les importa quién o no esté presente.
- - Jost tenemos un pequeño inconveniente, no creo que Andreas pueda viajar con nosotros...
- - ¿Dónde rayos estás? ¿No puedes desaparecerte así de aquí? – gritonea del otro lado el que es manager y encargado de los chicos que viajan con él.
- - Estoy en el estacionamiento... seguridad vino conmigo – se defiende éste ante los gritos de su manager que se escuchan cada vez más claros, al parecer se ha alejado de la algarabía que reina dentro del salón.
- - ¿Qué rayos paso?
- - Andreas está terriblemente ebrio...
Jost, como buen manager, no tarda en llegar al lugar, cuando abre la puertezuela de golpe y mira a Mariella luchar contra su propia hermana.
- - Debemos llevarlos a un hotel y que un médico los revise – es lo primero que entona Jost.
- - ¡Yo!... yo... nosotros tenemos reservado habitaciones en uno... en el Sheraton – Mariella, lucha contra los juguetones brazos y manos de su hermana que le tocan el rostro como si nunca la hubiera visto, le da besos torpes en el rostro demostrándole todo su amor.
- - Habrá problema alguno si llevas también a éste chico – dice Jost señalando a Andreas – cubriremos todos los gastos que esto origine, no te preocupes por eso – mira su reloj en cuanto otro señor de seguridad se le acerca, dan justamente las tres de la madrugada – de acuerdo... – dice para el señor – nosotros debemos irnos ¡ya! – mira a Georg que no pone objeción ante aquello y lo considera lo más prudente, alejarse de ahí y de ella.
- - No habrá ningún problema – responde Mariella ante la petición de Jost – sólo que nuestro vuelo a Alemania sale a las nueva de la mañana...
- - Por eso no habrá problema, viaja con un boleto electrónico y puede abordar cualquier vuelo a cualquier destino... sólo que míralo – lo señala con la palma de la mano hacia arriba – imposible que lo podamos subir a un avión en esas condiciones, danos veinte minutos en lo que traigo sus documentos y mando a sacar al resto del Staff y banda de allá dentro.
Y pasan exactamente los anunciados veinte minutos dónde, los chicos se han tranquilizado y están a nada de quedarse por completo dormidos. Georg y Mariella en silencio sólo esquivan torpemente sus miradas cuando el uno al otro por consecuencia de no haber muchos lugares a los cuales mirar cruzan sus claros ojos de distintas tonalidades. En el momento justo en el que ella ha tomado el suficiente valor para dirigirle unas palabras, la portezuela se vuelve a abrir de golpe.
- - Yo... – dice muy liviano, al tiempo en que una voz mucho más fuerte la interrumpe.
- - ¡No puedo creerlo! hace años que no pierde la conciencia así – un feliz y burlón Tom se mete como puede a la camioneta a un lado de Mariella, detrás de él lo hace Bill, acomodándose a un lado de Georg y mira a todos de una manera muy analítica, sin expresar nada aunque lleva la misma sonrisa que Tom. Pone peculiar atención a la cara suspendida de sorpresa y bruma que aún conserva Mariella.
- - Pues mira aquí – con gesto serio exclama Georg y eso es algo de lo cual llama la atención todavía más de Bill – tu amigo casi nos da lecciones de cómo fornicar en frente de bastante gente – cruzado de brazos les hace saber lo que ya seguramente iban a preguntar.
- - Bueno Georg – dice Tom haciéndose hacia atrás y bajando un poco su ancho pantalón – a ti sí te hacen falta unas buenas lecciones, los hubieras dejado y aprendido...
- - ¡Tom! – dice alarmado Bill por lo que sea que fuese a decir su gemelo y él lo mira desconcertado por la abrupta forma de interrumpir su broma sí nunca suele hacerlo – ¡Hay aquí una dama! – avienta la mirada a Mariella que sostiene a su hermana entre sus brazos perdidamente dormida. Tom a su lado la abraza y la junta a él.
- - ¡Oh está bien! – dice estrechándola más y le planta un sonoro beso en la mejilla, Mariella lo único que atina a hacer es contener la respiración y ponerse en extremo rígida, abrir enormemente los ojos de golpe.
- - Los dejo con su amigo, los espero en la otra camioneta – dice Georg levantándose del asiento brincando como puede a Bill para poder salir.
Bill que los tiene de frente se queda sorprendido de aquello, que, cree Tom no se percató por rezarle un sin fin de disculpas a una atareada Mariella por lo impertinente que por poco pudo ser. Ella sonríe torpemente. Pronto llega Jost y hace entrega de los documentos pertenecientes a Andreas, designa a uno de sus chicos de seguridad para que en esa misma camioneta sean llevados al hotel que ella indicó.
2 Alas:
¿a quién le dicen el impertinente?
¿a quién le dicen el imprudente?
¿a quién le dicen el atinado?
¿a quién le dicen el pendejo?
a TOM! XD
Pobre Geo... xD
saluuuuuuuuuuuuuuuuuuud? jajajjaja es todo lo q dire....
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