YITZHAK: Veni, vidi, vici |
Después
de aquellas explicaciones que parecían revelarle más secretos a su baúl
personal de indefinidas cosas en las que se debía preocupar Meghan sintió que
era una de las tantas cosas a las que debía acostumbrarse y sobretodo tomar
cartas en el asunto como parte activa de algo a lo que ella no había pedido
llegar… así como de la nada llegó también la oscuridad.
Meghan
yacía tendida sobre el suelo de piedra milenaria de Balbál en una de las
montañas que rodeaba la Gran Torre del mismo nombre. El estrépito de su cuerpo
al caer fue lo bastante crudo para los oídos de Scarlett como para los de
Izaskun que no logró llegar a tiempo para frenar el impacto, fuese de donde
fuese la dimensión ocupada, la física básica en muchas de ellas lograba conservar
algo de sentido común pero en Balbál, una vez que se originó la caída su cuerpo
comenzó a levantarse lentamente de la piedra en la misma posición en que Meghan
había caído. Un par de segundos después ambos alados no podían comprender qué
era lo que había llevado a Meghan a estar sin conciencia.
—¿Qué
hacemos? —reaccionó Scarlett— ¿La sacamos de aquí?
—Hey,
Megh despierta —Izaskun tentó la mejilla de la chica que, acusa de las malas
pasadas y ayunos innecesarios ésta se encontraba muy hundida dejando al hueso
como una gran protuberancia—. No sé si sacarla de aquí sea lo correcto, incluso
moverla si su cuerpo astral no está aquí…
—¿Qué
te hace asegurar que es un viaje astral Meus
Tronis Izaskun? ¿No sólo puede ser un desmayo de humanos?
—Ella
no es humana, es una Abraxas —la miró rudamente—, y su cuerpo está flotando,
eso debería decirte algo… —Izaskun buscó en su mirada entendiendo que alguien
más había llamado a su ser astral.
—¡Oh
por el Gran Reino! Cómo dejaste que esto pasara… que no está ella bajó tu cuidado.
—Sobrepasa
mi poder Scarlett —la miró con reproche—, me sobrepasa en infinidad de cosas y
ninguno de nosotros sabe exactamente cómo salvarla. Lo único que sabemos es que
si no la mantenemos con vida el eslabón de su cadena…
—El
Caos. El Caos. El Caos —dijo Scarlett con su tono de voz aún muy marcado por
aquel idioma extraño que nadie más que ella hablaba—. Magnus Bane el Brujo y el
Vidente del SchwarzLinie me lo han
dicho antes Meus Tronis Izaskun.
—Ya,
y la mafia que la busca no nos ayuda… perdemos el control, no hay leyes, La
Guardia parece mover muchos hilos desconocidos.
—¿Su
madre Pectus Nicasi? —Izaskun negó
con la cabeza— ¿Su padre…? — Izaskun respiró profundo.
—Él
nos mantiene a base de reglas y retos, supongo que después de todo La Guardia
no es un juego de niños pero ambos no pueden estar demasiado cerca de Meghan o
sería un foco rojo encendido todo el tiempo, han alejado a los demás.
—¿Quiénes,
Meus Tronis Izaskun? ¿Hay más? ¿No
dices que ella es la última?
—Las
razas están cambiando, ni yo sé toda la información completa Scarlett —las
palabras del nombre de Scarlett se deslizaron sobre la lengua de Izaskun tan
suaves que ambos se desconcentraron y sus ojos se fijaron los unos en los
otros, los ojos de Izaskun revelaron su verdadero tinte: un verde magnético que
parecían anhelar el azul vivaz de Scarlett. Izaskun carraspeó un poco—.
Mitzrael se encarga de una parte…
—¿Mitzrael
Dominio? ¿El Señor del Equillibrium et
unionem? —Izaskun afirmó con la cabeza mientras examinaba las pupilas dilatadas
de Meghan.
—El
Grigori Sebastianus se encarga de otro tanto —Scarlett ahogó un grito—, vamos,
no finjas. Seguramente tú debes tener algún cargo importante en este asunto o
no nos estuvieran reuniendo de esa manera —el fuego azul de los ojos de Scarlett
se revolvió. Indignado.
—Meus Tronis Izaskun, yo no soy alguien
importante en esta lucha, sólo soy alguien que no sabe sobre su origen.
—Saca
cuentas Scarlett —Izaskun se puso de pie quedando frente a la mujer de delgado
cuerpo y tan alta casi como él—: un Abraxas, un Serafín y un Avatar juntos, un
Dominio, un Trono, variedad más que completan los Coros con el poderío de los
Divergentes, un Brujo, un Vidente, un Grigori, Cofres humanos, Guardianes
Pasivos, Caídos, nuestra reciente adquisición de un Plasma, dos doppelgänger y
una "alada mestiza" de origen sin precedentes… vamos Scarlett esto no
es una broma pesada, no es una lucha de honor o reputación; esto va más allá.
—Lo
comprendo, Domine Hariel no sería
capaz de jugar con nosotros. ¿Sobreviviéremos Meus Tronis Izaskun?
—Por
nuestro bien —Izaskun dio un paso más que lo acercó al cuerpo de Scarlett—…
espero que así sea Dilectus meus.
Izaskun
la tomó por la espalda baja uniendo su cuerpo al suyo mientras que Scarlett
pedía refugio en los labios de él, quien no se lo negó, no ahí en el Balbál.
Trato
de aclarar mi vista pero hay demasiada luz frente a mí que me ciega en el
instante. No me muevo de mi lugar, no sé si habrá piso debajo de mis pies si
intento dar un paso al frente. No. Estoy sentada, poco a poco comienzo a sentir
la frialdad de la piedra en la que estoy recargada, es decir mis sentidos
comienzan a activarse. Los ojos me lloran y los oídos me zumban, parece que hay
algo produciendo una horrible sensación de malestar continúa sobre mi cabeza.
Hay algo cerca, alguien… dos… vienen con sus alas extendidas, logro discernir
como se han elevado más del nivel del suelo y sus pies se han colocado con
tanta coordinación, ambos dan un paso con la pierna derecha, izquierda,
derecha, izquierda…
La
cabeza me pesa. Ya vienen.
Sus
brazos se mueven alternados con sus piernas y la misma irritante coordinación.
De pronto echan a correr hacía mí. Coordinados.
—¿Lo
logramos? —dijo una voz masculina.
—¡Qué
horror! ¿Y tenía justo que funcionar hasta la punta de esta montaña? —una voz a
niñada y enfadada.
—¡Funcionó!
—celebró la silueta masculina, brincando como un niño pequeño mientras se
acercaban cada vez más— ¡Está aquí! ¡Funcionó!
Trae
a la espalda dos espadas, sus alas se han movido y la luz las ha revelado con
un brillo inusual.
—Bien.
Eso es genial. Contente un momento quieres —dijo la voz femenina con un dejo de
preocupación—. Creo que no está del todo bien. Ehm… —ella ya está demasiado
cerca. Ambos lo están. Me sofocan— Ahmm… hola Meghan…
—Te
trajimos en son de paz —muy cerca de mi rostro.
Aléjense,
aléjense… quise decir pero nada sucedió. Tan cerca que sólo podía ver la mitad
de cada rostro y aquello era relativo, pues seguía siendo borroso.
—¿Te
trajimos en son de paz? Qué te sucede no somos marcianos —la chica prosiguió a
darle un buen trancazo en la nuca. El tipo ni se inmutó. No dejó de sonreír—.
Discúlpalo Megh…
"Discúlpalo Megh" ese
timbre de voz juvenil… lo había escuchado antes, en un tono alegre e infantil. "Discúlpalo Megh". Volví a
sentir la piedra sobre la que estaba recostada, tumbada como un borracho en
posición de ele y sus cuerpos bloqueando la luz de más atrás. "Discúlpalo Megh". Clic, sonó
en mi memoria.
—Tú
no eres Melton, no puedes serlo. No eres Mosses, no puedes… —balbuceé, no podía
ser ninguno de mis hermanos, mis…— pero tú eres Mila… tú eres Mila.
—¡Te
reconoció! —gritó el chico.
—¿Quieres
callarte? Está aturdida y tus gritos no son de ayuda —movió su rosto para mirar
al chico pero yo sólo pude verle nuevamente la otra mitad, seguía incompleta la
imagen—. Bien Megh, soy Mila, estás en lo correcto —sonreí, yo siempre
reconocería a Mila—, es decir… —hizo una pausa— una versión del futuro de ella.
—¿Futuro…?
—ladeé la cabeza un poco para aclarar mis pensamientos, pero no lo lograba. No
comprendía las cosas del todo y la luz molestaba a pesar de que se colaba entre
las mitades de rostros de ambos.
—Una
versión de la vida que lleva actualmente —contestó el chico.
—Actualmente…
—Es
decir Megh que las dimensiones cambiaron cuando… —dijo ella que pareció sufrir.
—Cuando
dejaste en manos de Mitzrael a Mila —la intervención del chico parecía neutral,
no molesto, no disgustado.
Todo
me dio vueltas y sentí arcadas.
—Tranquila
—su mano tocó mi mejilla y el alivio vino a mí de inmediato. Quise enfocarme su
rostro pero solo veía el perfil de Mila, era como verla pero desde otro ángulo
con un lente borroso.
—¿Hice
algo mal? —me dolió pensar en todas aquellas posibilidades en las que hubiese
metido la pata.
El
futuro me daba vueltas revolviendo mi estómago. La tierra cimbró. Qué diablos
pasaba en este lugar. El futuro era agobiante.
—Qué
sucede aquí —la fuerza que tenía en mi cuerpo era nula.
—Esos
idiotas mal paridos.
—Cállate
—dijo Mila.
—Aquí
nadie me puede escuchar, y si quiero hablar como a mí se da la gana, lo haré —miró
a Mila y luego a mí—; lo que sucede aquí es que Las Guardias han mandado a
derrumbar todo…
—Una
larga historia —Mila intentó restarle importancia.
—¿Por
qué?
—Los
lugares altos provocan sombras, las sombras escondites. Esas explosiones son
seguramente de algunos lugares que aún siguen en pie. Lo mejor de este futuro
es que no utilizan los métodos comunes de los humanos, les ha importado un
carajo la imagen que los humanos conservaban de los ángeles y se han dispuesto
a rehacer las cosas a su manera.
—Oh
dios… —balbuceé.
—Arrrrg.
—gruñó con odio el chico—. Eso no existe.
—Es
tu creador —dije como la trillada frase que cualquier humano diría. Yo sólo
quería que se quitaran de mi vista. Que me sacarán del futuro.
—Quién
sea que haya sido nuestro creador seguramente fue algún tarado que le gustaba
la zoofilia y esa es la razón por la que
salimos defectuosos. Con estas cosas —señaló a sus alas.
—Detente
—gritó Mila—. No estamos aquí para explicar el origen de las especies. Megh
puedes decirme en qué lugar estabas antes de llegar aquí.
La
cabeza se me fue completamente de lado, era tan pesada.
—Balbal…
Ambos
ahogaron un grito en la garganta. Su coordinación.
—¿Existe…
aún? —la trémula voz del chico me hizo entran en pánico.
—No,
Megh, tranquila. Tranquila. No sabemos qué consecuencias pueden suscitarse si
retamos más de lo que ya lo hemos hecho con la física y el tiempo y todas esas
cosas que implica tenerte aquí.
Inhalé.
Exhalé. Como un millar de veces antes de poder decir algo.
—Sáquenme
de aquí…
—Lo
haremos… es decir. Él lo hará… partirá contigo.
—No
sé quién eres…
—Puedes
llamarme Yitzhak.
1 Alas:
¡OMG! ¡OMG! ¡OMG! ¡Necesito muchas explicaciones sobre esto!... y más capítulos :3
Mujer lo dejas todo en suspenso y de la tensión me voy a acabar las uñas xD
¡Espero capítulo pronto! :D
Besotes!
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