Su mano no soltó el picaporte pero la otra se la llevó a la cara quitándose los lentes que llevaba puestos, ya que había decido leer un poco enseguida que había despertado. Su evidente sorpresa no fue por ver a Georg tan temprano sino por la forma en que ella estaba esa mañana. Reaccionó dos segundos después y abrió la puerta de nuevo.
- ¡Georg! – dijo con una risilla nerviosa.
- El mismo al que le acabas de cerrar la puerta – dijo con tranquilidad y sin dejar de admirarla.
- Lo siento... de verdad, me tomaste por sorpresa, son las 8am .
- No más de la que me acabo de llevar yo hace dos segundos – alzó las cejas desviando su mirada en su cuerpo.
- ¡Ah bueno!... yo no, suelo abrir así la puerta todos los días – con evidente pena le respondió.
- Pues qué bueno que vine y no llamé porque la sorpresa fue mucho mejor, con lentes te vez muy bien – acentúo – ¡recién levantada también!
- ¡Bien! ¡gracias!, ¿quieres pasar antes de que el resto de los vecinos me vean en pijama? – le dijo ella tendiéndole la mano que Georg aceptó.
Una vez la puerta cerrada Georg la saludo con un similar beso provocador cerca de la boca como el día anterior, Mariella tomó la delantera y subió por las escaleras en forma de caracol que tenía la casa para acceso a cualquier parte de la misma.
Georg en vez de mirar la curiosa arquitectura de la casa miraba con locura el look mañanero de Mariella. Resulta que parte de ser ella misma era el siempre verse bien por muy poco arreglada que estuviese, no era muy alta pues la genética Noruega de su padre con la Alemana de su madre la habían dejado cerca del 1.65m; era delgada de piernas largas y bien torneadas que claramente él observó por el diminuto short que traía puesto; una cintura bien marcada con brazos largos y unos hombros que lo hipnotizaron fue lo que dejaba ver la blusita de tirantes muy ajustada que portaba; su cabello largo, rubio y ondulado la hacían verse espectacular para Georg a pesar de que se notaba recién levantada.
Ella se dirigió a la cocina jugueteando con los lentes en la mano derecha que Georg le arrebató antes de entrar lo que la hizo voltear y regalarle una sonrisa, le señaló la barra de la cocina del lado izquierdo para que tomara asiento y ella fue al contrario a la hielera justo a la entrada de la cocina.
- ¿Jugo? - le dijo a Georg.
- Un poco gracias - le respondió mientras jugaba con los lentes simulando ponérselos para ver cuánto aumento tenían.
- ¿No estoy tan ciega o sí? – lo miraba jugar y se giraba para buscar en la alacena vasos. Sirvió el jugo y lo guardo de nuevo.
- ¡Al parecer no! – se río y tomó del jugo.
- ¿No se supone qué tenias que llamar? – le cuestionó de frente del otro lado de la barra recargando sus brazos y dejando ver un poco más del escote de su busto que de inmediato notó Georg - ¡Hey amigo! Te hice una pregunta – río Mariella al notar la distracción de él.
- ¡Bueno sí! dijiste que lo harías a tu modo pero yo no dije que lo haría al tuyo ¿o sí? – sonrío con malicia.
- ¿No encontraste el número en tu celular y decidiste venir? – se burló ella.
- Debo admitir que me costó trabajo pero no quiere decir que no lo encontré, eres astuta ¡eh!.
- ¿En dónde estaba? – dijo incrédula.
- ¡En el block de notas! – respondió tomando el último trago de su jugo – estuve a punto de llamarte cuando lo encontré.
- ¿Te desesperaste o te dio dolor de cabeza? – se reía divertida, le encantaba hacer ese tipo de bromas si de chicos “cuscos” como decía Kin se trataba.
- Tres cigarrillos y un poco de estrés nocturno.
- Eso se traduce como a una hora y media más o menos...
- ¿Buena para las matemáticas?
- No, más bien ingeniosa – le cerró el ojo coqueta - ¿y qué te trae tan temprano un viernes de clima templado? – miró por la ventana.
- ¿Qué vas a hacer?
- ¿Ahorita? – se incorporó Mariella “acaso no sabe qué la gente normal o trabaja o va a la escuela” se dijo a sí misma – en teoría arreglarme para ir a trabajar.
- ¿Y si no vas pasa algo malo?
- El dueño es mi padrino – dijo ella alzando los hombros y afirmando la pregunta anterior.
- Entonces me parece bien que aceptes, ¡vámonos! – dijo con una gran sonrisa.
- ¡Estás loco! Me ha bastado con que me veas así no quiero que alguien más lo note – dijo dándose la vuelta para dejar los vasos en la tarja – para que se te quite tendrás que esperarme...
- ¿Cuánto te puedes tardar una hora? ¿dos? – le preguntó muy sereno aceptando el trato.
- Lo dices como si estuvieras acostumbrado.
- ¡Algo!
- Bueno no creo tardarme más de 45 minutos, no es para tanto.
- ¡Perfecto!
- Ahora sígueme antes de que asustes a más personas en pijama.
- Si son tan sexys como la tuya, seguro me quedo afuera – dijo entre dientes.
- ¡No bueno eh! – lo miró de reojo.
Subieron los escalones para la habitación de Mariella. Georg miró curioso la decoración de su habitación, que era bastante minimalista para ser una chica tan joven pensó. Mariella subió las cortinas dejando entran más luz.
- ¡Me gusta! – dijo mirando los muros en color marfil.
- François es muy atinado para esto de la decoración, lo hizo a tan solo dos meses de conocerme.
Los muebles eran de madera negra ligera, los muros tenían pequeñas y delgadas simulaciones de bamboo como ambientación, los bordes de las mismas estaban detallados con pintura color uva que a simple vista no se lograba notar, el piso y el techo jugaban en una dualidad uno en negro y el otros en blanco; en uno de los muros se hallaba empotrada a la pared la TV y a lado un discreta puerta.
- Puedes ver la TV mientras – le dijo Mariella entrando a esa discreta puerta y cerrándola.
Esa habitación era su armario y al fondo otra puerta le daba acceso a su cuarto de baño, abrió el agua tibia mientras tomaba un poco de ropa. Su ducha fue rápida, salió se vistió, se maquilló y su cabello arregló dejándolo de una manera muy natural, fue a su armario y buscó algunos accesorios complementarios. Tomó su bolso y una chaqueta un poco de perfume. Abrió la puerta para encontrarse con que Georg no estaba a la vista, la TV seguía prendía, reparó en el ventanal de su habitación y lo vio abierto, dejó sus cosas en la cama y apagó la TV , se dirigió al balcón para ver que hacia Georg que tenia recargados los brazos en el barandal.
- ¿Qué haces? – le preguntó.
- Admirando la vista trasera de tu casa... – se giró para verla, ahora “más hermosa” le decía un eco en su cabeza.
- ¿Te refieres a todos los auto estacionados? – le dijo riendo e imitando su pose sobre el barandal.
- ¡Déjame adivinar cuál es el tuyo!
- Inténtalo... – le respondió posando su vista en los 6 autos.
- ¡La motocicleta seguro no es tuya!
- En efecto, no lo es... es de Ashir...
- El auto gris...
- ¡No! Ese es de Deieu – se rió.
- El blanco... bueno el perla el 308 CC... ¡vaya!... es descapotable ¿no?
- Sí, si es descapotable, si es perla pero no es el mío...
- ¿No? – se tocó la barbilla pensaba que los demás autos no iban con la personalidad que aparentaba.
- ¡No! Mi auto no está ahí – soltó una par de risillas – el rojo es de Ela, el plata es de...
- ¡Kin!
- Aha... es como muy ella ese auto ¿no?, el gris es de Deieu, el azul noche es de François, el 308 de Kart...
- Si... pero sigue sobrando uno – le decía él al momento que entraban a la habitación.
- El otro es...
- ¡Adivino! Un Honda S200, blanco, descapotable, pero tampoco es tuyo...
Por las escaleras iba bajando François a la cocina, cuando pasó obligadamente por la habitación de Mariella escuchó las voces, iba a tocarle y preguntar si estaba con alguien, él era muy curioso. Dentro de la habitación se escuchó de nuevo la voz de Mariella.
- Sí, es un Honda, es de mi padrino y se supone que antes de ir al trabajo lo tengo que dejar en su apartamento y recoger el mío, un chofer se lo llevó a la agencia para el servicio así que tomé ese para regresar a casa ayer.
François al oír eso pensó que ya se peleaba con alguien por teléfono, seguramente del estudio donde trabajaba y se retiro sin más pensando que era sólo una llamada.
5 Alas:
Inaugurando esta nueva entrada, que por cierto esta buena, jaja pues esto se pone cada vez mas interesante eh??...me agrada, me agradan esas emociones graduales ascendentes jaja..Cuidate...bye..
¿Quien es el? ¿Hace cuanto lo conoces? ¿Que quiere de ti? ¿Te gusta?....jajajajajjajajaja y màsss jajajajajaja xD....
hahahah no estoy tan ciega!
eso me recordó a un ex novio ahhaah
pinchi Georg es tan nice!
Mi parny.
Que Cusco ese chamaco jajaja no que buen giro toma la historia gente con problemas cardiacos abandonen jojo tu dale parny
pd fe de erratas en las primeras líneas es decidió o dedido No lo se igual leí mal pq mi no traer lentes y tu manzanita me causa problemas jajaja
si algo nos vuelve locas...es que llegue alguien inesperado cuando nos encontramos en pijama.. y no nos sentimos tan sexys xD..
me encanta la complicidad que se esta formando entre Geo y Mariella..
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