Han sido cuatro largas semanas donde la vida se remonta a lo que es más importante para cada uno, donde las culpas y las penas se exponen sin que uno se percate. Las heridas de los que están postrados a una cama no sólo son físicas, de los que están de pie, supuran dolor e incertidumbre pero éstas son invisibles y cada una es diferente en intensidad y longitud.
Cuando hay un corazón roto y orgullo de por medio difícilmente se llega a un entendimiento, muchos de los presentes el día de hoy lo han comprendido a la perfección a lo largo de estos días, lo más interesante es que ellos incluyen en sus vidas la duda del por qué les tocó justamente a ellos pagar por el dolor que no les correspondía.
- Lo importante aquí es que comprendan hay un límite por el bien mental de todos ustedes.
Entona el Doctor James con aprobación del Doctor Wolff. Niños, jóvenes y adultos están al pendiente de las crudas pero reales palabras, con resignación se miran unos a otros, de suspiros pudimos llenar el cielo, de anhelos sus vidas pero en un segundo nos dimos cuenta que no debimos dejar pendiente aquel perdón que el alma suplicó y jamás hicimos caso a la razón.
- Lo único que deseamos por el momento es que ellos no estén separados, sólo eso Doctor.
Como portavoz de la reunión, donde la sala de espera supera las 25 personas, Melissa Dekker se nota más perturbada que el resto. Algo en su interior ya no la reconforta en lo absoluto, así ha dado la orden y espera que se cumpla al pie de la letra, su hija se abraza a su cuerpo con fuerza y unas grandes lágrimas brotándole del rostro, la pequeña sufre mucho más que el resto, ha visto el dolor en carne propia y no por gusto, de dos de las personas que más ama en el mundo. Aquellos dos pilares fundamentales de sus alegrías, le han confirmado y ella a su madre, que el único anhelo es estar juntos.
- ¡Por favor mamá! No quiero, no. Saca esas imágenes de mi cabeza.
La niña en medio del llanto le suplica a Melissa borrar de su mente el grito desesperado con el que se han dirigido a ella, que frágil, preocupa a todos.
- Ustedes ganan. No tengo ningún argumento para rebatirles.
- Melissa – se aclara la voz el mejor amigo de su hermana – esto, no es una lucha de ideas por demostrarte que dentro de esas habitaciones pasan cosas que nadie puede explicar.
- Decirte que nosotros sólo queremos ayudar también es una tontería mayúscula de nuestra parte – interviene su joven cuñado.
- No es así chicos, son muy lindos al confirmarme lo que Tabatha decía mientras estaba inconsciente. Sólo que es difícil para mí aceptar que…
Hubiera querido continuar su frase antes de romper en llanto frente a Carlo, Andreas y Fabiho.
Los enfermeros rápidamente se han movilizados. Las puertas de ambas habitaciones se abren casi sincronizadamente, por delante hala de cada tubo que conforma la cama un enfermero, todos expectantes miran como se divisa poco a poco los cuerpos de cada uno. Melissa se niega a mirarla y que el corazón que por inercia aún le funciona, no se derrumbe de dolor al verla.
En silencio es fúnebre, todos miran como salen por completo del umbral de las habitaciones, más de uno debe contener la respiración para soportar el enorme nudo que se creó en cada garganta, aunque de los presentes unos son más fuertes que otros, ya no sorprende ver rodar el sentimiento por los rostros…
Georg Listing y Mariella Dekker por fin estarán dentro de la misma habitación, esperan con fe que exista algún motivo que los llene de alegría, confían que una vez unidos puedan sentirse el uno al otro y tengan la suficiente fuerza para salir de la oscuridad en la que se han absorto durante un mes y medio, en el cual se han ocultado. Han dejado sus vidas tendidas, han dejado miles de dudas pero ninguno se rendirá…
- Vamos a fuera.
Inquiere Bill para su hermano, éste suspira con resignación, sabe que es el momento indicado para decir de una vez por todas, todo lo que a lo largo de ocho años ha guardado.
- Seamos sinceros Bill ¿Crees que ambos lo logren?
- No me hagas deliberar cosas que no están a mi alcance.
- ¿Pudimos haber hecho algo?
- Tom por favor, las cosas no están del todo pérdidas…
- Sabías que llevaban tiempo separados – con la culpa cargando a cuestas, Tom, informa a su hermano de cosas que sólo él sabía – Mariella y yo llevábamos una magnífica relación, me gustaba estar con ella por el simple hecho de mirarla a los ojos y poder recordar a Pheebs.
- Tom, hombre, sabes que eso ha sido tu peor error…
- ¡Y qué querías que hiciera! Phoebe logró ser la mujer más especial en mi vida y no pude tenerla a mi lado, sólo me quedaba el recuerdo vivo de los ojos azules de Malle para recordarla.
- ¿Todo este tiempo te has estado martirizando con ella?
- Y fue mi cercanía a ella que al final le causó problemas con Hagen.
- Tom, no te lo tomes tan apecho, seguramente ellos, ellos…
- No Bill, Mariella me dijo que Hagen había adoptado una actitud fría y distante hacía ella, al principio creyó que era normal, que él necesitaba espacio, aire para seguir adelante; ella solía hacer eso pero Hagen llevaba ya demasiado tiempo con esa actitud y míralos ahí postrados en unas camas juntos sin poder dirigirse la palabra…
Ante eso el ya maduro Bill, comprende aún más el dolor de su gemelo. También quisiera ayudarlo pero desafortunadamente no hay poder humano en estos momentos que ayude a sus dos grandes amigos a salir de ésta.
Dentro de la sala de espera les han dado la indicación de que ambos chicos han sido instalados perfectamente dentro de la habitación, el acceso ahora es completamente libre para los familiares y amigos que consternados aguardan desesperados. De entre la multitud que ha desatado audibles murmullos se desprende también Melissa, a la cual las miradas curiosas la siguen hasta la puerta.
- Es hora…
Les recita con voz baja a los arremolinados cerca de ella. Con actitud firme gira la perilla, entra esperando que las imágenes que se crean en su mente no sean las mismas de la realidad. Desafortunadamente, ésta, es cruel e inhumana.
La habitación mantiene una temperatura cálida que trata de ocultar lo frío que se encuentra el clima realmente. Los muros blanquecinos hacen un juego perfecto con las sábanas que cubren a cada uno incluso con el rostro de cada uno; todo luce tan marmoleo. El silencio se rompe cuando los monitores constantemente emiten su alarma. Melissa por fin y después de tantos años está frente a su hermana, es una verdadera lástima que una de ellas no pueda apreciar el enorme esfuerzo con que la otra ha llegado a arrepentirse.
- Desearía muchas cosas el día de hoy…
Las palabras que han estado reprimidas durante muchos años en Melissa brotan desde su interior con la esperanza de que no sea muy tarde, que no se haya dado cuenta que todo lo que le decían y por todo lo que temía ahora se haga realidad.
- La gente dice que los seres humanos somos la peor especie, la que no sabe reconocer a tiempo sus errores, que no sabe ser humilde y pedir perdón de frente, yo estoy dentro del grupo de cobardes que no valora la vida. No supe aprender de mis errores y sólo los hice a un lado, te hice a un lado Mariella. Huí pensando que así todo sería mejor para todos, mal Karma que me regresó la jugada al bendecirme y darme a Tabatha, con tu sonrisa, con tus ojos, prácticamente miraba todos los días a mi hermana, a ti. Con la que compartí las mejores experiencias de la vida.
Aprendimos a ser mujeres juntas, conocimos el riesgo de la vida, disfrutamos de cada una de las alegrías que viene con la familia. Recuerdas cuándo dejó de ser una familia, la noche en que perdimos nuestra guía, cuándo no te vi por semanas porque estabas en un cuarto de hospital rodeada de tubos. Todo el tiempo le pedía a papá que no te dejara irte con él, nosotras te necesitábamos más y me lo cumplió.
Hoy te pido a ti Georg, que sé, también me escuchas y que fuiste un gran apoyo cuando siempre te necesité. Te pido que no la dejes sola, por todo el amor que comparten. Si la amas tanto como yo, no la abandonarás, sé que no lo harás hasta que el último latido de sus corazones nos deje en claro que el amor que se profesan va más allá de lo terrenal. Que estarán unidos por el resto de la eternidad.
Prométanmelo…
Ojala pudiéramos entender que en el juego de la vida los hombres tenemos un poder nulo. Melissa ha entendido con el corazón en la mano que las cosas vienen y van. Se ha perdonado a ella misma porque no había nada más que perdonar.
- Perdónenme…
Recita con dificultad a causa de las lágrimas y el nudo que se ha atado a su garganta. Con la poca fuerza que le queda por llorar libera los seguros de las ruedas de cada una de las camas y las ha acercado una con la otra. De su lado derecho lo mira a él, camina lentamente por el pasillo para poder tocar su mano.
- Gracias por tu comprensión Georg, gracias por todo…
Acaricia su frente y da un beso ligero en ella. Extiende el brazo que Georg ahora tiene en el centro de ambas camas con la palma al descubierto, en cuna su mano, espera el momento adecuado. Melissa rodea la cama para dirigirse al otro extremo.
- Mariela, perdóname, yo sólo quiero lo mejor para ambos…
La rubia cabellera a un costado, poco ilumina el rostro sin expresión de la chica, Melissa toma la fría mano de su hermana que más que eso pareciera la de una frágil muñeca, la besa con reverencia y la acomoda en su lugar.
Es ahora. El momento, donde las despedidas y el arrepentimiento se arremolinan en la conciencia. Melissa toma el último respiro, el que le dará la fuerza para unirlos. Pareciera que todo es en cámara lenta, para llegar a la mano que se encuentra en el centro de la cama, girarla y acoplarla a una que ya la espera con ansia. Saca de su bolsillo un par de alianzas que en sí mismas forman un simétrico corazón y las acomoda sobre la palma de él y la mano de ella, poco a poco se une cubriendo el par de argollas a la mano que no la dejará caer a lo largo de la eternidad.
- Los amaré hasta que mi corazón también deje de latir.
1 Alas:
hayyyyyyy que lindo capitulo triste pero lindo haaaaa y ahora me queda claro que ... habra problemas y que ya quiero el siguiente capitulo jejeje saludos
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